viernes, 13 de diciembre de 2013

Pensandote...








 ¿Qué tan cierto será que me conoce?, o ¿Qué tanto me he hundido en sus ojos que han tomado por tonto mi juicio?, o ¿Qué pretendía  hacer cuando se hartara de mi además de variar su menú de boca en boca?, o ¿Qué pensó  que podría pasar después de conocernos tanto sin oportunidad de enmascararnos?... pero … ¿será que en realidad me conoce o lo conozco?, ¿acaso me cree tan frágil  como para no resistir su adiós o mi adiós ?, ¿o será que me cree tan niña como para no comprender quien fui en su vida ?, ¿y si se apodera el miedo, orgullo y vanidad de este “no se” que tanto daño indirecto ha hecho?, ¿ y si la soberbia me inundara el alma más de lo que el “no se” el corazón?, ¿Y si es cierto que hay un paso del amor al odio, porque no le odio aun cuando ha pisoteado mis sentimientos por él?...


Ahora es cuando menos comprendo todo,  lo que prometimos e hicimos sin pensar que podría entorpecer un futuro que fue tan nuestro como de cualquier otro ser que se halla sentido adicto a lo prohibido…


Recuerdo tanto esa primera mirada…como me hundí  en esos ojos tan apacibles e hipnotizantes…  me decían todo en un minuto, mientras que su boca me hacía todo en un segundo. Eran tan impredecibles sus palabras que confundían las mías a tal punto que sentí abstractos mi pensamiento y mi ser… Pero era “eso o nada”…Y es que en alguno de esos encuentros estuve tan cerca de la verdad que pude tocarla, sentirla, olerla y hasta probarla gota a gota de sus labios a los míos. Fue tan mío, fui tan de él que ignore todo… la noción del tiempo, la razón, lo pactado y hasta lo ajeno que era, de cualquier otra menos mío y “me ilusione”. Y me entregue junto a la pena en el vació más profundo de las mentiras suyas y mías, pero una de las cosechas de haber sembrado ilusiones y promesas que iban a parar a la nada…


No sentí perder el tiempo  pero si un gran trozo de mi alma… esa misma que desafortunadamente se me es indiferente cada vez que quiere o puede, y últimamente se aleja cada vez más de mi cuerpo… “como una hoja al viento”, “como mi esencia a la deriva”, “Como si mi vida no dependiese de ella, se va y me deja cada vez un poco más”… Siento que muero sin “aquel farsante” y que daría todo de mí por volver a ser parte de esos encuentros sin importar el costo…


Imprevisto e inconcebible  sería para él caer en lo que yo, pero lo más imprevisto todo es que estoy lamentándome y  no por él, sino por el solo hecho de que cada vez que siento que puedo enamorarme, es cuando más pierdo esa oportunidad y retorno a  mi realidad…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aveses aunque duela es mejor no mirar a tras y convencer al corazon q debe seguir latiendo igual y mucho mas fuerte si es necesario, recuerda siempre que no valemos por lo que tenemos sino por lo que somos y nosotros mismos nos damos ese valor y no se puede regalar lo mejor de uno a quien no lo valora