martes, 18 de junio de 2013

¿Y que?, ¡Adios!...



Frases como: “juntos por siempre”, “te amare toda la vida”, “eres  todo para mí”, “sin ti no podría vivir”, “te amo más que a nadie”, “jamás he amado a alguien como a ti”,  etc, etc… 
son las que he escuchado casi desde que sé que existo, y para ser franco a estas alturas son la clase de frases que me acorralan hasta el punto de hacerme dudar. Comenzando por mis padres todo al principio (como siempre) es un jardín de rosas con exquisitos aromas… “casi perfecto”… “Amor, amor, y puro amor”, nada más importa sino amar y que te amen o por lo menos eso es lo que crees o quieres sentir cuando estás enamorado… Obsequias peluches, tarjetas cursis, flores, perfumes, chocolates y cualquier otra cantidad de innecesarios detalles que sarcásticamente resultan siendo necesarios cuando todo termina ya sea para lamentarte y decir: “es que era tan lindo (a)” y guardarlas por años en un cajita de cartón debajo de tu cama, o para (como en mi caso) prenderles fuego arrojar  las cenizas al inodoro y observar como el “pobre infeliz” se tapa  con las mismas mentiras que algún día cegaron tu razón. Después de  “el amor, el amor y puro amor”, todo se reduce a un “vete no quiero verte” o en el  más conflictivo caso,  a un divorcio... 

Esta tusa no será eterna pero si jodidamente más  dolorosa que las anteriores porque me di cuenta (como por milésima vez) que a las mujeres no las entiende nadie, ni siquiera ellas… Un día te adoran a tal punto de dibujar corazoncitos en tu agenda y al siguiente día (si es que eres afortunado y pasas las veinticuatro horas) eres lo peor que les ha pasado en su vida aún más odiado que su periodo o el acné o  incluso pasas a ser más detestado que tu “ex” encabezando su lista de enemigos… ¿y todo por qué?, pues por lo mismo de siempre, “es que tú no me entiendes”, “eres tan insensible”, “es que ya no me consientes como antes”, “ahora solo me haces el amor cuando te lo pido”, ¡Carajo!... Malo si quieres hacerlo todo el día en todos lados y malo también si solo se lo haces  cuando ellas quieren, cuando no les duele la cabeza o cuando no están demasiado agotadas o cuando no se sienten gordas…Eso es otra cosa, las “condenadas” están rebuenas y llega un momento en el mes que creen estar mágicamente obesas o feas, eso pasa justo es cuando tu testosterona está a mil que con solo verlas en toalla quieres despedazarlas en la cama pero no te dejan y terminas metido en la ducha bañándote con agua helada… aun así modelan por todo el apartamento en ropa interior haciendo insinuaciones como:  “uy, que calor hace, debería andar desnuda hoy en casa… mira, tócame, estoy caliente ¿cierto?”, y  le ponen la pierna a uno en la rodilla…



Pero no, nosotros somos los malos, los depravados sexuales, los genios con dos cabezas pero que pensamos solo con la de abajo… es decir, aparte de ser totalmente impredecibles (incluso para ellas mismas) son también todas unas actrices del drama. ¿Cómo es que teniendo guardados en closet unas zapatillas rojas con pepitas negras  necesitan otras iguales?, y casi que nos obligan a seguirlas todo el día de almacén en almacén por cada uno de los centros comerciales de toda la ciudad por otras pendejas zapatillas para al final no comprar ninguna de los cincuenta pares que se probaron,  y si agotar el cupo de tu tarjeta de crédito comprando vestidos, faldas, blusas, bolsos, sombreros, etc… etc… etc… y llegar a casa diciendo algo como: “perdimos el tiempo, todo el día caminando y no conseguimos lo que quería… bueno, nos tocó salir mañana otra vez a buscar, ¿me acompañas mañana, amorcito?, ¿o será que mejor los mandamos a traer de New York con mi prima?”… ¡Puff!, ¡¿están locas?!, Prefiero ver perder a mi equipo toda una temporada que pasar de nuevo por lo mismo. Bueno, me desvié un poco del tema, continuemos con lo de mi actual tusa…

Alejandra, mi más reciente compañera, a la que prácticamente le regale la mitad de mi cama, a la que preferí por encima de mi play station, se fue… literalmente me abandono dejando solo un mensaje en el espejo del baño escrito con lápiz labial (siempre tan original la desdichada) diciendo: “Lo siento Manuel, hoy reflexione y entendí que no te amo. Me enamore locamente de Gabriel y ahora me mudare con él… por favor, no me busques”. ¿Pueden creerlo?, ¿me abandono por irse con mi vecino?... con el conejito playboy del edificio, ¿y que no la busque?... ¡Por dios!, ¡Si se mudó al lado no al otro lado del mundo!.

 Obviamente tengo dignidad, no la buscare solo esperare encontrármela en el ascensor,  mirarla a los ojos y decirle: “eres una bruja desgraciada”, “espero te engordes como una ballena y quedes más calva que tu padre” o bueno, eso pensé hasta ayer que me la encontré en el parqueadero y la mire con “ojos de cordero degollado” pasmado por los recuerdos… ¡Mierda!, que idiota debí haberme visto… ¿Qué va hacer de mi vida sin ella?, ¿a quién le dedicare canciones o le comprare flores o llevare desayuno a la cama o le hare el amor?... ummm… Interesante… (Se abrió el cielo y una luz ilumino mi rostro), ¡Estoy soltero!, cachoniado pero al fin y al cabo soltero, y con dinero porque ahora solo tendré que ocuparme solo de mis gastos… por fin se acabaron las noches de telenovelas, los pelos de gato en mi cama, las gaseosas dietéticas  y lo mejor de todo, se acabaron las visitas dominicales de suegros fastidiosos… ¿Quién dijo que la soltería no es buena?...



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