viernes, 24 de mayo de 2013

Extiende tus alas de Ángel...

Hasta el vació más desmedido del más aterrador suplicio se ha quedado chico para el que has dejado en mi alma...

¿Y quién se ha preguntado, que siento realmente?, ¿Qué sintió ella antes, durante y después de todo?, ¿quién se  ha tomado la molestia de ver más allá de sus ojos?, ¿Quién ha sido tan tonto como para imaginar al menos ocupar mi lugar?, ¿Quién puede sentir lo que yo ahora?...

Tu recuerdo ha suplantado a mi sombra, ha sido más resistente que mi fe humana, ha sido  mi cómplice en mis mañanas oscuras y en mis noches soleadas,  ha permanecido vigente e intacto aun en mis arranques de demencia. Sé que te has ido (si es que a así se le puede llamar), y que jamás volverás aun cuando me haga una reconocida novelista (como tanto lo anhelabas)  o aprenda a reírme a carcajadas (sé que te encantaban)...


¿Por qué no batallar más por vivir?, ¿Por qué concederle a la muerte tu último aliento?, ¿Por qué no puede salvarte o hice algo más eminente que enfadarme con Dios?.Nunca  creí posible o probable que tan funesta presencia podría tocarte (esa es la verdad) injustamente a tí, ¿en serio a tí? (me pregunte a mi misma hasta el fastidio), pero... ¿por qué?, ¿por qué si eras tan buena?... tan poco nociva como para no vivir más, tan necesaria para muchos que como yo se alimentaban de tu mirada, tan claramente feliz siendo humana y ahora un ángel al que no pude salvar...

Ciertamente casi que te obligue a someterte a severos tratamientos, y  es ambicione demasiado prolongar tu vida (quizás más que tu). Enloquecí de angustia y cólera a la vez, no pude morderme la lengua o atarme las manos  a una silla o sentarme a la orilla de la cama a solo pensar como verte morir y acostumbrarme a tu ausencia... pero me trastorna  aún más saber que pudimos prevenir sus maléficos planes para contigo y que por más que ignorancia no lo hicimos. Ese único, y desafortunado desatino te costó la perdida de tu seno derecho, de tu abundante  cabello rizado, del color rosa en tus mejillas, de tu sueño tranquilo,  de tu sonrisa continua,  la confianza en Dios y en ti... en cambio, ganaste  un cupo semanal en un consultorio, un hueco en el pecho que te atravesó hasta el alma, días enteros de llanto y sufrimiento, el rechazo insensato de tus allegados e incluso en algún momento también el mío...

Cada mañana incrédula de pie frente al espejo contemplabas el espacio sobrante en tu sostén, aun no se ¡¿por qué lo hacías?! Pero te torturabas y me atormentabas con afán... se perdían tus ojos en la realidad, el reflejo te perforaba la esperanza, masacraba cada uno de tus propósitos y te presiono a cumplir el menos esperado.

Aquel maldito cáncer te llevo a la tumba, él te separo de mi lado…te arranco de mi pecho succionando cada gota de alegría, y ofreciéndote un caudal de penas. No solo se conformó con uno de tus senos, sino que también tomo tu cuerpo, se esparció sin autorización a pesar de tu negación... extendió sus ramas perversas invadiendo tus huesos, tus pulmones, tu sangre y hasta tu corazón, porque lo note más afligido que de costumbre, y sin fe… Sin percibirlo lo dejaste entrar, y aun que quisiste que se marchara, nunca lo hizo...

Mi vieja, mi madre, mi hermana, mi amiga, mi fuerza… Tan bella como siempre, te despediste aquella mañana de invierno donde aliaste tu cuerpo al frió, dejando claro tu amor por mí, disculpándote por tu abandono, cuando fui yo quien te abandonó en la lucha. La nieve ceso su caída, el cielo se cubrió de tinieblas dejando escapar centelleos de luz... el silencio se hizo insondable lo quebrantaste con el apagón de tus ojos en medio de la penumbra, tus suspiros de agonía, tus lágrimas de dolor... tu cuerpo no pudo soportar más heridas, y sufrimiento vano....

Una muerte lenta, e indigna para alguien tan inocente, tan pura como tú...


¿Por qué soltaste mi mano?, ¿Por qué  no me dejaron solo envejecer a tu lado?, ¿Por qué nunca veré tu primera cana ni tu veras como me aterra mi primera cana?, ¿Por qué nunca pude dejarte verme feliz y darte los nietos que tanto pedías , ¿Por qué no me alcanzo el tiempo para darte todo lo que soñé?...


¿Por qué solo en la derrota vemos la verdadera grandeza de la victoria?

¿Por qué es tan difícil reconocer que la vida te ofrece cosas bellas, y que cometes la torpeza de abandonarlas a su suerte?...

Llevo más de dos años batallando contra la culpa, y debatiendo con Dios tu ausencia... Creí recibir mi castigo muy temprano, viví el infierno en la tierra sin consuelo...

Razón tuvo cierto individuo el decir que “lo bueno dura poco”... y yo me cuestiono… ¿Si es verdad que lo bueno dura poco, lo correcto es que lo malo si dure mucho?, ¿Y si es así, porque no asumirlo con propiedad?, ¿Sera por falta de resignación, o porque tenemos el estúpido complejo de héroes queriendo cambiar la ley divina rebasando perímetros? En fin, nada de lo que crea importa ahora, mi voz no te hará levantar, ni te hará más feliz de lo que fuiste o de lo que eres, porque de lo único que estoy ahora segura es que para ti si existe paraíso, y aun cuando yo no este en él mi alma viaja contigo... ¡Te amo madre!... 

2 comentarios:

edwin dijo...

es hermoso, esto no me da a entender que mas q quiera a alquilen la muerte llegue ella es intangible y tenemos que llevarla por siempre, como todos nosotros tenemos un angelito en el cielo que nos cuida y nos hace sentir mejor y con mayor fuerza para seguir adelante gracias erika por esos escritos que nos hace refeccionar en un tema que a todos nosotros nos llega

edyedor dijo...

es hermoso, esto me da a entender que mas q quiera a alquilen la muerte llegue ella es intangible y tenemos que llevarla por siempre, como todos nosotros tenemos un angelito en el cielo que nos cuida y nos hace sentir mejor y con mayor fuerza para seguir adelante gracias erika por esos escritos que nos hace refeccionar en un tema que a todos nosotros nos llega