martes, 26 de octubre de 2010

Hablando de muerte...


La muerte…. No sabría con exactitud cómo definirla (si es que sirve de algo hacerlo), de lo que sí puedo estar segura es que puesta como tema de debate, sería bastante cuestionada para muchos que como yo, quisieran comprenderla; y que para otros (sin excluirme del todo, ya que podría caer en ese contienda agotadora) es aun más temida que la vida misma… y juzgada como “el final de todo lo hermoso”.


Quisiera citar algunas palabras de un autor que no recuerdo el nombre, tal vez porque no es muy conocido o tal vez mi mala memoria no me lo permite, o quizás son mis pensamientos plasmados que no me atrevo a compartir, y fue este quien en su momento de gloria que influyo en mis largas noches de lectura, arrojándome a la aventura de la vida cuestionada, y tentándome al naufragio de las dudas…

A veces creo que nadie conoce como Dios la desdicha de ver a sus hijos al borde de una muerte melancólica... "La vida es de exclusivo interés de la muerte"... "La única reserva que le da dulzura a su mal sabor"...

Algunos seres humanos viven de cierto modo tan perturbados por la magnitud pavorosa de la muerte que con dificultad tienen tiempo de precisar la vida... Hay momentos en que parecen olvidar quienes son, que sienten o que quieren... es como si se hubiesen golpeado la cabeza y perdido por partes su memoria...

Pierden casi todo el tiempo tratando de desterrar de si la muerte... Huyéndole, temiéndole o imponiéndola a los demás que dejan escapar la vida...

Nunca han podido dejar de ver ese descanso eterno como algo doloroso y el fin de todo lo bello... ¿Cómo pueden quejarse de algo que esta trazado desde antes de haber nacido?... ¿Por qué reclamar y apoderarse de algo que jamás les ha pertenecido?...

No es para nada raro pensar que quizás haya una liviana vida después de la muerte... creer que quizás pueda levantarme de esa tierra fría para seguir amándote... y que soñar contigo no será tan complicado como hasta ahora....


Creo hoy, tal vez mañana no, que la muerte puede ser aun más compleja y extensa que la vida misma para algunos, que para otros puede que sea absurdo pensar de esta manera, pero que ello no elimina que nos inquiete no conocer cómo y cuándo será nuestra propia muerte… ¿Qué habrá mas allá de ese último aliento?, ¿Existirá realmente el paraíso para aquellos que han hecho “el bien”, y el infierno infito para quienes acarrean solo dolor y penas?, ¿Por qué no solo dejamos de creer que solo encontrando el significado de la monumental muerte, podremos comprenderla?, ¿o será que estamos tan aterrorizados con el hecho de que estemos obligados a morir, que intentamos buscar la solución para no cumplir con la único seguro que se nos ha brindado?, ¿o más bien será, que nuestra curiosidad excesiva nos exige no ignorar la nada antes de morir?, ¿o tal vez solo me cuestiono en vano intentando comprender algo que no necesita de comprensión sino de mi esencia?... En fin… todo esto es un exagerado dilema, que sin tiempo exacto de principio ni de fin, me forzó a pensar, y pensar… a meditar sin creer en todo o en nada….a vivir revelándome “la verdad de la falsedad” sin morir en mis fallas, y a morir algún día cualquiera creyéndome perpetua….

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