¿Qué tan cierto será que me conoce?, o ¿Qué
tanto me he hundido en sus ojos que han tomado por tonto mi juicio?, o ¿Qué
pretendía hacer cuando se hartara de mi
además de variar su menú de boca en boca?, o ¿Qué pensó que podría pasar después de conocernos tanto
sin oportunidad de enmascararnos?... pero … ¿será que en realidad me conoce o
lo conozco?, ¿acaso me cree tan frágil
como para no resistir su adiós o mi adiós ?, ¿o será que me cree tan
niña como para no comprender quien fui en su vida ?, ¿y si se apodera el miedo,
orgullo y vanidad de este “no se” que tanto daño indirecto ha hecho?, ¿ y si la
soberbia me inundara el alma más de lo que el “no se” el corazón?, ¿Y si es
cierto que hay un paso del amor al odio, porque no le odio aun cuando ha pisoteado
mis sentimientos por él?...
Ahora
es cuando menos comprendo todo, lo que
prometimos e hicimos sin pensar que podría entorpecer un futuro que fue tan nuestro
como de cualquier otro ser que se halla sentido adicto a lo prohibido…
Recuerdo
tanto esa primera mirada…como me hundí en esos ojos tan apacibles e hipnotizantes… me decían todo en un minuto, mientras que su
boca me hacía todo en un segundo. Eran tan impredecibles sus palabras que
confundían las mías a tal punto que sentí abstractos mi pensamiento y mi ser… Pero
era “eso o nada”…Y
es que en alguno de esos encuentros estuve tan cerca de la verdad que pude
tocarla, sentirla, olerla y hasta probarla gota a gota de sus labios a los
míos. Fue tan mío, fui tan de él que ignore todo… la noción del tiempo, la
razón, lo pactado y hasta lo ajeno que era, de cualquier otra menos mío y “me
ilusione”. Y me entregue junto a la pena en el vació más profundo de las
mentiras suyas y mías, pero una de las cosechas de haber sembrado ilusiones y
promesas que iban a parar a la nada…
No
sentí perder el tiempo pero si un gran
trozo de mi alma… esa misma que desafortunadamente se me es indiferente cada
vez que quiere o puede, y últimamente se aleja cada vez más de mi cuerpo… “como
una hoja al viento”, “como mi esencia a la deriva”, “Como si mi vida no
dependiese de ella, se va y me deja cada vez un poco más”… Siento que muero sin
“aquel farsante” y que daría todo de mí por volver a ser parte de esos encuentros
sin importar el costo…
Imprevisto
e inconcebible sería para él caer en lo
que yo, pero lo más imprevisto todo es que estoy lamentándome y no por él, sino por el solo hecho de que cada
vez que siento que puedo enamorarme, es cuando más pierdo esa oportunidad y
retorno a mi realidad…
Aveses aunque duela es mejor no mirar a tras y convencer al corazon q debe seguir latiendo igual y mucho mas fuerte si es necesario, recuerda siempre que no valemos por lo que tenemos sino por lo que somos y nosotros mismos nos damos ese valor y no se puede regalar lo mejor de uno a quien no lo valora
ResponderEliminar